Se lanzo en la Argentina la "reforma de la reforma" previsional , luego de 13 años, los aportantes que fueron a parar a las administradoras privadas de jubilaciones podrán optar por volver al Estado. Desde ahora y por medio año quedará abierta la opción de regresar al sistema público y, según una encuesta de la Universidad Abierta Interamericana, el 36% de los afiliados a una AFJP en de Buenos Aires optaría por volver al sistema estatal de reparto. La mayoría son aportantes de ingresos medios y altos, que son los que las AFJP más necesitan para que subsista el sistema.
Fuentes cercanas a los equipos de comunicación de las AFJP explicaron que el principal mensaje que emitirá la Unión de AFJP será que los aportantes tienen medio año de tiempo para pensar la opción. Explicaba el ejecutivo, que aclaró que en la UAFJP y su nueva consultora de PR, Burson-Marsteller, monitorearán cuidadosamente la comunicación del gobierno y los sindicatos y responderán en la medida e intensidad en que sea imprescindible. Se conoció que la UAFJP eligió como la agencia de publicidad para la campaña que defenderá el sistema a Gowland.
La clave del mensaje de llevar calma y proponer a los afiliados tomarse el tiempo para analizar la decisión .La realidad es que la encuesta de la UAI, que revela la mala imagen de las AFJP, muestra que durante estos 13 años de existencia del sistema privado (en realidad, mixto), el grueso de los aportantes no tiene en claro cómo funciona. Así, muchos creen, por ejemplo, que su jubilación depende de que la AFJP que eligieron se quede en el país o que no quiebre. Luego de la crisis de 2002, en la que más de un banco quebró o abandonó el país, dejó muchas dudas en la opinión pública sobre la banca privada, especialmente la extranjera.
Además, muchos están convencidos de que, una vez llegada la edad de jubilarse, recibirán de vuelta el capital de la AFJP, de manera de que pueden usarlo hasta tanto se agote. Según esta visión, los longevos se quedarían en algún momento sin jubilación. La realidad es que esa es una opción, pero todos los aportantes tienen derecho a adquirir a cambio de sus fondos una pensión vitalicia hasta su muerte. En este sentido, las AFJP, tendrán que remontar 13 años de escasa comunicación y están en deuda de explicarle al público cómo funciona el sistema y por qué es superior al estatal, como no lo hicieron antes. Para Burson-Marsteller y la Unión de AFJP esto significa que, de ahora en más, la presencia del mensaje de la jubilación privada deberá ser permanente y no esporádico y mucho más contundente que en el pasado.
Fuentes cercanas a los equipos de comunicación de las AFJP explicaron que el principal mensaje que emitirá la Unión de AFJP será que los aportantes tienen medio año de tiempo para pensar la opción. Explicaba el ejecutivo, que aclaró que en la UAFJP y su nueva consultora de PR, Burson-Marsteller, monitorearán cuidadosamente la comunicación del gobierno y los sindicatos y responderán en la medida e intensidad en que sea imprescindible. Se conoció que la UAFJP eligió como la agencia de publicidad para la campaña que defenderá el sistema a Gowland.
La clave del mensaje de llevar calma y proponer a los afiliados tomarse el tiempo para analizar la decisión .La realidad es que la encuesta de la UAI, que revela la mala imagen de las AFJP, muestra que durante estos 13 años de existencia del sistema privado (en realidad, mixto), el grueso de los aportantes no tiene en claro cómo funciona. Así, muchos creen, por ejemplo, que su jubilación depende de que la AFJP que eligieron se quede en el país o que no quiebre. Luego de la crisis de 2002, en la que más de un banco quebró o abandonó el país, dejó muchas dudas en la opinión pública sobre la banca privada, especialmente la extranjera.
Además, muchos están convencidos de que, una vez llegada la edad de jubilarse, recibirán de vuelta el capital de la AFJP, de manera de que pueden usarlo hasta tanto se agote. Según esta visión, los longevos se quedarían en algún momento sin jubilación. La realidad es que esa es una opción, pero todos los aportantes tienen derecho a adquirir a cambio de sus fondos una pensión vitalicia hasta su muerte. En este sentido, las AFJP, tendrán que remontar 13 años de escasa comunicación y están en deuda de explicarle al público cómo funciona el sistema y por qué es superior al estatal, como no lo hicieron antes. Para Burson-Marsteller y la Unión de AFJP esto significa que, de ahora en más, la presencia del mensaje de la jubilación privada deberá ser permanente y no esporádico y mucho más contundente que en el pasado.
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